Mi Muerte tu libertad

Duerme suave y dulce princesa del mas hermoso perfil,
Tu piel luce tersa y suave como la de un recién nacido,
Tu cabello, como hilos de seda forman una tela en mi regazo
Tu rostro me ve y calla, ni una palabra ha salido.

Porque te sangran los ojos?
Porque tu corazón es de piedra?
Porque te acaricio y te beso y no reaccionas?
Porque tu mirada esta perdida y no te mueves?

Te dejo caer en un lecho de rosas y doy pasos atrás,
Mis manos están cubiertas de ese liquido rojo,
Sangre que sale de tus ojos, dulce elixir de muerte y vida,
Horrible mi destino entre nuestras almas.

Que he hecho? Mi alma esta maldita,
Ahora te veo caminar, te veo reír,
Te veo conversar, te veo contenta,
Te siento feliz y radiante, lejos de mi.

Me acerco y la escena de muerte se repite...
Sangre emanan tus ojos, las marcas de tristeza,
Te toco y te quemas, te beso y te asfixias,
Me Alejo rápidamente y recuperas tu firmeza.

No me puedo acercar, no puedo entregar mi amor,
Mi alma llora en su maldición, llora la lejanía, dolor,
Mi corazón se detiene, comienza a pudrirse,
Solo en el olvido, tu a mi lado no puedes estar, dolor.

La distancia se mide por leguas, y a mayor distancia,
Mi corazón pierde mas humanidad, no quiero, sufrimiento,
Pero sin embargo mi presencia te mata, te asesina,
Sangre derramada del sentimiento, alma seca, sufrimiento.

A lo lejos te digo adiós, tu me ves y lloras, giras la cara
Y yo saco una amiga fiel de mi bolsillo, la amiga que
En sus lagrimas lleva consigo en cada una a la muerte,
La beso en la boca, ella, llorara cuando sepa mi tristeza.

Se escucha un estruendo, mi amiga lloro, me quito la vida,
Tu al fin eres libre, te acercas a mi cuerpo y ya no sientes nada,
Tus ojos no sangran, tu no lloras, tu corazón vuelve a sentir,
Escupes en mi cuerpo inerte, ríes y te vas.

Mi cuerpo queda tendido ahí, mi amiga ya no llorara,
Mi sangre ensucia todas las flores, mi cráneo esta destrozado,
Mi cara no tiene forma, mi corazón no te deja de amar...
Pero con mi muerte te regalo la libertad...

Jamás te volveré a herir, ni a ti ni a nadie mas,
Aunque físicamente jamás te toque...
El dolor del alma es mayor, y yo por poco mato la tuya,
Por eso muerto te entrego la mía... Hasta nunca!